En un pequeño municipio de Granada se está construyendo una de las infraestructuras científicas más ambiciosas del mundo. IFMIF-DONES no es una planta que vaya a encender bombillas mañana, pero sí una pieza clave para que, en unas décadas, la energía de fusión pueda competir en precio con cualquier otra fuente. Y aunque esto no significa un alivio inmediato en tu factura de la luz, podría ser un paso decisivo para que en el futuro la electricidad sea más barata, limpia y abundante.


¿Qué es exactamente IFMIF-DONES?

Las siglas corresponden a International Fusion Materials Irradiation Facility – DEMO Oriented Neutron Source, o en español, Instalación Internacional de Irradiación de Materiales de Fusión – Fuente de Neutrones Orientada a DEMO. Su ubicación en Escúzar, Granada, no es casual: combina la infraestructura necesaria, apoyo institucional y un clima político favorable para un proyecto de semejante envergadura.

La función de IFMIF-DONES es probar materiales capaces de soportar las condiciones extremas del interior de un reactor de fusión nuclear. Esto implica temperaturas altísimas, radiación intensa y presiones fuera de lo que cualquier material convencional podría aguantar. Para lograrlo, el centro utilizará un acelerador de partículas que bombardeará un flujo de litio líquido, generando un campo de neutrones similar al que se produce en un reactor de fusión.

En otras palabras, es como un túnel de viento para materiales… pero en lugar de aire, aquí se simula el ambiente abrasador y radiactivo que tendrán que resistir las paredes de los reactores del futuro.


La fusión nuclear y por qué importa

La fusión nuclear es el mismo proceso que alimenta al Sol: dos núcleos ligeros, normalmente isótopos de hidrógeno como el deuterio y el tritio, se combinan formando un núcleo más pesado y liberando energía. A diferencia de la fisión (la que usan las centrales nucleares actuales), la fusión:

  • No produce residuos radiactivos de larga vida.
  • Utiliza combustibles abundantes, extraíbles incluso del agua de mar.
  • No emite CO₂.

Suena como el sueño energético perfecto, pero lograrlo en la Tierra es extremadamente difícil. Mantener un plasma a más de 100 millones de grados y confinarlo de forma estable es un reto de ingeniería monumental. Además, incluso si se consigue, hay que contar con materiales que no se degraden rápidamente, y ahí es donde IFMIF-DONES entra en juego.


¿Tendrá efecto en tu factura de luz?

La respuesta corta: no, al menos no ahora.

IFMIF-DONES no genera electricidad. Es un laboratorio de pruebas, y sus resultados servirán para diseñar los futuros reactores de fusión, como el prototipo DEMO, que podría empezar a operar hacia mediados de este siglo. Hasta entonces, la electricidad que consumimos seguirá viniendo de una mezcla de renovables, gas, fisión nuclear y otras fuentes, cuyos precios dependen de factores de mercado y políticas energéticas actuales.

Dicho de otro modo: aunque IFMIF-DONES es clave para que algún día tengamos electricidad barata y limpia de fusión, tu próxima factura seguirá marcada por el coste del gas natural, la disponibilidad de sol y viento, o el precio del CO₂ en los mercados.


El potencial a largo plazo

Los estudios más optimistas sugieren que, una vez dominada, la fusión podría ofrecer un coste nivelado de electricidad (LCOE) similar o incluso inferior al de las renovables actuales, en un rango de 60-100 €/MWh. Esto implicaría una energía constante, sin la intermitencia de la solar o la eólica, y sin depender de combustibles fósiles.

Si lo comparamos con una economía doméstica, sería como invertir en un electrodoméstico caro que, una vez amortizado, reduce drásticamente tus gastos de energía. Pero esa inversión y desarrollo técnico aún están en curso.


Cómo se financia IFMIF-DONES

El presupuesto estimado para su construcción es de 700 millones de euros, repartidos así:

  • España: 50%
  • Croacia: 5%
  • Unión Europea (Fusion for Energy): 25%
  • Otros socios internacionales (pendientes de confirmación): 20%

Estos fondos provienen de presupuestos públicos y acuerdos internacionales, no de un recargo directo en la factura eléctrica. En la práctica, significa que los ciudadanos lo financian de forma indirecta a través de impuestos, pero sin un impacto específico y visible en el recibo mensual de luz.


Un laboratorio que también es motor local

Más allá de su papel en la ciencia global, IFMIF-DONES es ya un impulsor económico para Granada. La construcción y operación del centro generarán miles de empleos directos e indirectos, atraerán talento internacional y consolidarán la región como un nodo científico-tecnológico. En este sentido, aunque no abarate hoy la electricidad, sí puede tener beneficios económicos y sociales inmediatos para su entorno.


Lo que podemos esperar en el futuro

En los próximos 20-30 años, los datos que genere IFMIF-DONES permitirán diseñar reactores más duraderos y seguros. Esto podría traducirse, hacia mediados de siglo, en centrales de fusión comerciales capaces de ofrecer electricidad abundante y con precios estables, al margen de crisis geopolíticas o variaciones del mercado del gas.

El camino es largo, pero cada avance —como el que supone este acelerador— acerca un poco más la posibilidad de que la fusión pase de ser una promesa científica a una realidad en nuestros enchufes.

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