¿Te has preguntado alguna vez por qué sigues usando la misma mascarilla VR cuando podrías estar oliendo el aroma de una panadería francesa mientras juegas? Pues resulta que varios desarrolladores en todo el mundo han estado trabajando en algo que parecía salido de una película de ciencia ficción: interfaces olfativas que literalmente te permiten oler lo que está pasando en tu pantalla.

Una historia que empieza mal… pero continúa

La cosa viene de lejos. En los años 60, un inventor llamado Hans Laube tuvo una idea brillante: ¿y si las películas pudieran olerse? Así nació el Smell-o-Vision, un sistema que liberaba aromas sincronizados con lo que pasaba en pantalla. El sistema fue empleado por primera vez en la película «Scent of Mystery» en 1960, donde los olores servían para descubrir partes de la trama.

Yo creo que la idea tenía potencial, pero la ejecución… digamos que no fue la mejor. Los olores llegaban con retraso, se mezclaban unos con otros creando olores poco agradables, y dependiendo de dónde te sentaras en el cine, la experiencia era completamente diferente. El público no quedó muy convencido y la prensa se cebó con el invento. Una pena, porque la base del concepto era sólida.

Los cartuchos de olores: como una impresora, pero más cool

Saltemos al presente. Las tecnologías olfativas digitales han evolucionado muchísimo. Ahora tenemos dispositivos como el Aroma Shooter de la empresa japonesa Aromajoin, que utiliza cartuchos de aroma en estado sólido que pueden alternar entre aromas en 0,1 segundos y mezclar permutaciones al instante sin sensaciones persistentes.

La analogía con las impresoras es perfecta: imagínate cartuchos intercambiables que en lugar de tinta contienen diferentes esencias. La tecnología patentada permite cambiar cualquiera de los 10 cartuchos de olor con un simple «click», fabricados con aceites esenciales hiper-realistas. Es como tener una pequeña farmacia de aromas lista para activarse cuando el juego o la película lo requiera.

Actuadores digitales: La magia invisible

Pero, ¿cómo funcionan realmente estos actuadores digitales? Los investigadores de universidades como la City University de Hong Kong han desarrollado algo llamado generadores olfativos miniaturizados (OG). Estos dispositivos son wearables programables con conexión inalámbrica que pueden generar cientos de olores distintos de forma instantánea, con una capacidad de reacción media de 1,44 segundos.

El truco está en que integran un sistema que calienta y enfría parafinas que incorporan diversos aromas base, los cuales pueden combinarse para lograr el efecto deseado. Es como tener un pequeño laboratorio químico que funciona a demanda. Los usuarios pueden llevarlo como un parche sobre el labio o integrado en una mascarilla VR.

VR y Gaming: donde todo cobra sentido

Aquí es donde la cosa se pone realmente interesante. Un equipo de investigadores de universidades de Hong Kong y China desarrolló dispositivos inalámbricos que pueden generar hasta 30 olores para experiencias de realidad virtual. Imagínate atravesar un bosque virtual y poder sentir el aroma de los pinos, o estar en una cocina digital y percibir el olor del pan recién horneado.

La inmersión virtual se vuelve casi real cuando involucras el olfato. El olfato tiene características únicas: las señales olfativas viajan directamente a los centros emocionales que procesan la memoria y las emociones sin filtro alguno, lo que multiplica su impacto. Es decir, cuando hueles algo en VR, tu cerebro lo procesa como si fuera completamente real.

En Suecia, investigadores han estado experimentando con olfatómetros para videojuegos. Crearon un «juego de cata de vinos» donde el usuario debe oler muestras virtuales en una bodega digital, obteniendo puntos si acierta los aromas. El dispositivo se conecta al controlador VR y libera olores específicos cuando levantas diferentes copas virtuales.

Los desafíos técnicos (Que no son pocos)

No voy a mentirte: aún hay obstáculos importantes. Los obstáculos actuales incluyen el tiempo y la distribución de los olores, la comprensión fundamental de la percepción olfativa humana y los peligros que pueden representar para la salud los olores sintéticos.

El problema del timing sigue siendo complicado. Un olor que llegue un segundo tarde puede arruinar completamente la experiencia. Y luego está el tema de la limpieza del aire: necesitas que un aroma desaparezca completamente antes de que llegue el siguiente, o acabarás con una mezcla extraña que no tiene nada que ver con lo que se supone que deberías estar oliendo.

Empresas que están marcando el camino

Olorama Technology, una empresa española fundada por el ingeniero Raúl Porcar, es una de las compañías que más está avanzando en este campo. Su dispositivo reproduce hasta 12 aromas diferentes sincronizados con contenido audiovisual, y cada cartucho ofrece alrededor de cincuenta emisiones. Ya han trabajado con marcas como Lâncome y han llevado su tecnología a festivales de cine.

Por otro lado, tienes a Aromajoin con su Aroma Shooter, que cuesta $998 con seis cartuchos incluidos, y cartuchos adicionales por $54 cada uno. No es barato, pero considerando la complejidad de la tecnología, tampoco es descabellado.

El futuro huele bien

Lo que más me emociona es pensar en las aplicaciones futuras. Más allá del entretenimiento, estas tecnologías olfativas podrían revolucionar la educación. Los profesores podrían enseñar botánica usando realidad virtual donde los estudiantes pueden oler las flores y plantas en 3D. O imagínate entrenamientos médicos donde los estudiantes puedan identificar olores asociados a diferentes condiciones.

En terapia también hay potencial enorme. Se podría aplicar para tratar agorafobias, ayudando a que una persona se sienta en un entorno específico y se tranquilice. El olfato está tan conectado con nuestras emociones y memoria que las posibilidades terapéuticas son fascinantes.

La revolución que viene

Mira, yo creo que estamos en el punto de inflexión. La tecnología ya existe, los costos están bajando, y cada vez más desarrolladores están experimentando con interfaces olfativas. Algunas empresas ya están trabajando para llevar los aromas al Metaverso, lo que podría cambiar completamente cómo interactuamos en espacios digitales.

La diferencia con los intentos del pasado es que ahora tenemos la infraestructura digital y la miniaturización necesaria para hacer que esto funcione de verdad. Los actuadores digitales son más precisos, los sistemas de sincronización son mejores, y la variedad de aromas disponibles es impresionante.

¿Será la próxima gran revolución en entretenimiento digital? Honestamente, creo que sí. Cuando puedas oler el café de tu personaje favorito mientras juegas, o sentir el aroma del océano en una película de aventuras, la experiencia será tan inmersiva que no querrás volver a ver contenido «normal» nunca más.

Desalinización con grafeno: una membrana atómica que vuelve potable el mar

¿Te imaginas poder convertir agua de mar en agua potable usando una membrana tan fina que es literalmente de un solo átomo de espesor? Suena a ciencia ficción, pero es exactamente lo que están logrando científicos de todo el mundo con el grafeno, ese material maravilloso que desde su descubrimiento no para de sorprendernos. Si el problema de la escasez de agua te quita el sueño, esta tecnología podría ser la respuesta que estábamos esperando.