La crisis climática ya no es una amenaza lejana, sino una realidad que impacta a millones de personas en todo el mundo. Las proyecciones de la OMS son claras: el cambio climático podría provocar hasta 250.000 muertes adicionales por año en las próximas décadas. En este escenario, la biotecnología se presenta como una herramienta esencial para crear un modelo productivo más limpio, eficiente y resiliente.

Lejos de ser una promesa futurista, la biotecnología ya está ofreciendo soluciones concretas para capturar CO₂, reducir emisiones, reutilizar residuos y transformar industrias como la agricultura, la energía o los materiales. El enfoque biotecnológico combina ciencia, ingeniería y naturaleza para abordar retos ambientales de forma tangible, acercándonos a una bioeconomía circular donde el desperdicio se convierte en recurso.

Energía verde: de residuos a biocombustibles

En el centro tecnológico AINIA, con más de tres décadas de experiencia, se están desarrollando procesos que mejoran la producción de bioenergía y biocombustibles. Esto se logra mediante técnicas como la bioaumentación o los procesos bioelectroquímicos, que optimizan cada fase de producción y post-tratamiento, aumentando la calidad de los productos resultantes.

Uno de los ejemplos destacados es el proyecto UPBIOMET+, que aplica procesos bioelectroquímicos para incrementar la generación de metano, un combustible que puede sustituir fuentes fósiles en sectores industriales o del transporte. Este enfoque también facilita el aprovechamiento de subproductos complejos que normalmente acabarían desechados.

Reducción del plástico: química verde para una segunda vida

El reciclaje de materiales plásticos se ha vuelto una necesidad imperante. Con más de 220 millones de toneladas generadas solo en 2024, de las cuales 70 millones terminaron en la naturaleza, urge encontrar alternativas efectivas. AINIA también trabaja en este frente con proyectos como REVALORIZA, que se enfoca en la valorización de envases biodegradables post-consumo mediante reciclaje químico.

En lugar de simplemente triturar el plástico, estas tecnologías permiten descomponerlo químicamente hasta obtener compuestos reutilizables como «bloques de construcción» para nuevos materiales. Esta metodología no solo reduce la demanda de nuevos plásticos, sino que también disminuye las emisiones asociadas a su producción, abriendo camino a polímeros biobasados aplicables en envases, adhesivos o recubrimientos.

Industria alimentaria: de residuos a ingredientes funcionales

En el sector agroalimentario, el grupo empresarial NATAC ha logrado dar un giro sostenible a la gestión de subproductos gracias a la biotecnología. A través de técnicas de extracción y purificación, consiguen transformar residuos vegetales en ingredientes funcionales de alto valor como polifenoles y flavonoides.

Estos compuestos, utilizados en la alimentación animal, la farmacéutica o la nutracéutica, surgen de procesos de biorrefinería basados en economía circular. La clave está en maximizar el aprovechamiento de la biomasa y reducir el uso de disolventes y energía. Iniciativas como SUSTAINEXT, en las que participa NATAC, demuestran cómo la innovación sostenible puede convivir con la rentabilidad y el impacto ambiental positivo.

Microalgas: sumideros naturales de CO₂ y aliados agrícolas

Las microalgas son organismos microscópicos con una enorme capacidad para capturar CO₂ atmosférico mediante fotosíntesis. Por cada tonelada de microalgas producida, se pueden fijar hasta dos toneladas de CO₂, según datos de Biorizon Biotech. Esta característica las convierte en aliadas ideales para mitigar el calentamiento global.

Pero su impacto va más allá. En agricultura, las microalgas sirven como base para bioestimulantes y bioplaguicidas que permiten reducir el uso de químicos sintéticos. El resultado es una agricultura más saludable, con suelos regenerados y cultivos más resistentes. La experiencia de Biorizon demuestra que estos productos no solo son eficaces, sino que también mejoran la rentabilidad agrícola sin comprometer la productividad.

Edición genética y agricultura de precisión

La presión sobre los sistemas alimentarios crece a medida que la población mundial se acerca a los 10.000 millones de personas. Con el agua como recurso cada vez más escaso, las soluciones deben ser eficientes y sostenibles. Las nuevas técnicas genómicas (NGTs) y la agricultura de precisión se posicionan como herramientas esenciales en este desafío.

La reciente aprobación en Europa del marco regulatorio para vegetales obtenidos mediante NGTs allana el camino para variedades vegetales adaptadas al clima, más resistentes y productivas. Desde Bayer se destaca el potencial de estas tecnologías para reducir el uso de fitosanitarios, mejorar la calidad de los cultivos y promover prácticas agrícolas regenerativas como la labranza cero.

La digitalización del campo también tiene un papel destacado. Gracias a sensores, drones y software especializado, los agricultores pueden detectar plagas, planificar cosechas o controlar nutrientes con precisión quirúrgica. Esta tecnología permite «producir más con menos», optimizando cada gota de agua y cada gramo de fertilizante.

Ciencia aplicada para un planeta más habitable

La biotecnología ya está demostrando que es posible transformar industrias enteras desde dentro, aplicando conocimiento científico para generar cambios tangibles y sostenibles. Desde el aprovechamiento de residuos hasta la mejora de cultivos, sus aplicaciones están redefiniendo la manera en que producimos, consumimos y cuidamos del medio ambiente.

El desafío climático requiere decisiones valientes y tecnologías que vayan más allá de los parches temporales. En este camino, la biotecnología no es una opción secundaria, sino un pilar estratégico que está contribuyendo de forma activa a construir un futuro más verde y justo.

Gemini publica sus límites de uso: una transparencia que pone en evidencia a ChatGPT

Google ha decidido romper con la opacidad habitual en el mundo de las IAs y ha publicado una tabla clara con los límites de uso de Gemini, su inteligencia artificial generativa. Esta información, que ya está disponible en su página de soporte, detalla cuánto puede usar cada usuario los distintos servicios según el tipo de suscripción que tenga: gratuita, estándar o Ultra.