Google ha dado un paso más en la evolución de su ecosistema de inteligencia artificial al permitir que los usuarios compartan sus Gems, los asistentes personalizados de Gemini, de una forma tan sencilla como compartir un archivo en Google Drive. Esta novedad no solo mejora la experiencia de uso para quienes ya exploran la personalización avanzada de la IA, sino que también democratiza el acceso a estos recursos, haciéndolos más útiles y accesibles para un público más amplio.
¿Qué son los Gems de Gemini?
Desde su lanzamiento, Gemini Advanced permitió a los usuarios crear asistentes personalizados mediante instrucciones que determinan cómo debe comportarse la IA en diferentes contextos. Es como si se pudieran entrenar pequeños expertos digitales para tareas específicas: un entrenador de estudio, un asistente de lluvia de ideas, un editor de textos, un mentor profesional o un colaborador para programación.
Estos Gems actúan como versiones especializadas de Gemini, adaptadas a las necesidades de cada usuario. Pero hasta ahora, estos asistentes eran privados: cada quien creaba y usaba sus propios Gems sin posibilidad de compartirlos con otros. Con la nueva funcionalidad, esto cambia radicalmente.
Compartir como en Google Drive
La posibilidad de compartir Gems sigue la misma filosofía que Google ha aplicado a lo largo del tiempo con herramientas como Docs, Sheets o Slides. Los usuarios pueden ahora entrar al administrador de Gems en la versión web y pulsar el icono de «Compartir» al lado de cualquiera de los asistentes creados. Se despliega entonces una interfaz conocida: permisos de visualización, uso o edición, tal como ocurre con cualquier documento en la nube de Google.
Esto permite, por ejemplo, que un equipo de trabajo use el mismo asistente sin necesidad de que cada miembro cree una versión propia, lo que evita inconsistencias. De igual forma, una familia podría tener un Gem compartido para planificar vacaciones, o un grupo de escritores podría colaborar sobre un mismo asistente para desarrollar tramas, personajes y estilo.
Implicaciones para la colaboración y la productividad
Esta nueva funcionalidad no solo mejora la eficiencia, sino que introduce una dimensión de co-creación asistida por IA. Compartir Gems facilita que varios usuarios trabajen sobre una misma base de inteligencia personalizada, aportando ajustes o enriqueciendo sus respuestas de forma colaborativa. Es un enfoque que se asemeja a tener un asistente digital comunitario, que aprende y mejora con las interacciones del grupo.
Además, se reduce la curva de entrada para nuevos usuarios. Aquellos que no se sienten cómodos escribiendo instrucciones complejas para configurar un Gem pueden simplemente recibir uno ya hecho por un colega o experto. Esto allana el camino para una adopción más amplia y eficiente de la inteligencia artificial personalizada.
Disponibilidad y expansión progresiva
Inicialmente, los Gems formaban parte exclusiva de la suscripción paga Gemini Advanced, pero con el paso de los meses se han abierto a usuarios de Gemini Business y Enterprise, y más recientemente, a todos los usuarios en más de 150 países. También se ha incorporado la capacidad de subir archivos para que los Gems trabajen con documentos concretos, lo que amplía aún más su utilidad.
Este cambio gradual responde a una estrategia de Google de introducir funcionalidades avanzadas en etapas, observando cómo se usan y adaptándolas al feedback de los usuarios. Ahora, al habilitar el compartir, se está generando un entorno en el que la inteligencia artificial no solo se adapta al individuo, sino también al grupo humano al que pertenece.
Un nuevo escenario para la personalización
Lo más interesante de esta iniciativa es que abre la posibilidad de que surja un ecosistema de Gems reutilizables, algo similar a las plantillas o macros en herramientas de productividad. Podría haber Gems diseñados por expertos para propósitos educativos, creativos o profesionales, que otros podrán aprovechar sin tener que partir de cero.
Por ejemplo, un docente podría crear un Gem para ayudar a sus estudiantes a practicar lectura comprensiva, y compartirlo con toda la clase. Un profesional del coaching podría diseñar un asistente que haga preguntas para el desarrollo personal y distribuirlo entre sus clientes. Esta flexibilidad es clave para que la IA deje de ser una caja negra y se convierta en una herramienta modelable y compartible, como un buen cuaderno de trabajo.
Control y privacidad en el centro
Como era de esperar, Google mantiene los controles de privacidad como parte fundamental de esta nueva función. Quien comparte un Gem puede decidir si otros solo pueden verlo y usarlo, o si también pueden modificarlo. Esto permite distintos niveles de colaboración, desde una simple distribución de recursos hasta un trabajo conjunto de ajuste fino del comportamiento del asistente.
Este enfoque es coherente con el compromiso de Google con la transparencia y el control del usuario en sus herramientas de IA. Al dar poder al usuario para decidir cómo y con quién comparte sus creaciones, se fomenta una relación de confianza y empoderamiento tecnológico.