Hugging Face, en alianza con Pollen Robotics, ha presentado una propuesta ambiciosa y accesible para acercar la inteligencia artificial a estudiantes, desarrolladores y entusiastas: Reachy Mini, un robot de sobremesa, open-source, diseñado específicamente para la experimentación con IA y la educación práctica.

Disponible para pedidos anticipados a nivel mundial, este pequeño robot promete convertirse en una herramienta clave para aprender, programar y jugar con IA en entornos reales o simulados.

Un robot de escritorio con doble versión

Reachy Mini llega en dos versiones, pensadas para distintos niveles de uso y presupuesto:

  • Reachy Mini Lite: por 299 dólares, incluye las funcionalidades básicas sin computación a bordo ni conectividad Wi-Fi. Está orientado a usuarios que prefieren conectar el robot a sus propios dispositivos (compatible con macOS y Linux, pero aún no con Windows).
  • Reachy Mini (versión inalámbrica): por 449 dólares, incorpora una Raspberry Pi 5, batería, conectividad Wi-Fi y cuatro micrófonos. Esta opción está lista para usarse de forma autónoma, ideal para quienes quieren una experiencia todo en uno.

Ambos modelos tienen las mismas capacidades de movimiento: cabeza motorizada, rotación del cuerpo, antenas animadas, una cámara gran angular y un altavoz para interacciones audiovisuales. Pese a ser un producto en desarrollo temprano, se lanza como una versión funcional con el objetivo de involucrar a la comunidad desde el inicio.

Diseñado para la interacción humano-robot

Reachy Mini fue concebido para facilitar la programación creativa y la interacción entre humanos y máquinas. Con soporte para Python, los usuarios pueden crear comportamientos personalizados y compartirlos con la comunidad mediante la plataforma de Hugging Face.

Esta apertura permite que los robots no se queden en el laboratorio: se convierten en herramientas interactivas que responden a comandos, reaccionan a sonidos y pueden ejecutar acciones complejas. La integración directa con la nube de Hugging Face posibilita también compartir comportamientos en tiempo real, favoreciendo el aprendizaje colaborativo.

Un kit modular y educativo

El enfoque modular es uno de los puntos fuertes del Reachy Mini. Su montaje se puede realizar de forma sencilla, como si se tratara de armar un mueble o un juguete de construcción. Este aspecto está pensado para que niños, padres, profesores o aficionados puedan involucrarse de manera práctica en su construcción y programación.

Con más de 15 comportamientos preinstalados en el lanzamiento, los usuarios podrán ver de inmediato cómo el robot reacciona, aprende y actúa. A futuro, Hugging Face ampliará el soporte a lenguajes como JavaScript y Scratch, permitiendo una programación más visual y amigable para quienes se inician en el mundo de la robótica.

Un robot con personalidad

Mide apenas 28 cm de alto y 16 cm de ancho, con un peso de 1,5 kg, pero tiene carisma. Las antenas animadas, los movimientos de cabeza y la expresión a través de sonidos y luces hacen que el robot parezca un pequeño personaje sacado de una película de ciencia ficción.

Esta «personalidad robótica» no es solo un adorno: sirve para mejorar la experiencia de interacción y fomentar la empatía, un aspecto clave cuando se trabaja con estudiantes o usuarios principiantes.

Participación abierta desde el primer día

Reachy Mini se lanza bajo una filosofía muy clara: código abierto y sin garantías formales. Esto significa que Hugging Face quiere que la comunidad sea parte activa del desarrollo. Cualquier persona puede experimentar con el robot, proponer mejoras, subir nuevos comportamientos o incluso modificar el hardware si lo desea.

Con una comunidad de más de 10 millones de usuarios, Hugging Face apuesta a que Reachy Mini se convierta en una plataforma abierta de referencia para el aprendizaje de IA aplicada. La posibilidad de usar simuladores también permite ensayar comportamientos antes de aplicarlos en el robot real, lo que reduce riesgos y amplía las posibilidades de aprendizaje.

Aplicaciones que van más allá del aula

Aunque su enfoque principal es la educación, Reachy Mini también puede ser útil para:

  • Desarrolladores que prueban modelos de IA en entornos reales.
  • Artistas digitales que combinan robótica y expresión creativa.
  • Investigadores interesados en la interacción hombre-máquina.
  • Startups que desean prototipar interacciones físicas con asistentes virtuales.

Es como tener un lienzo en movimiento, que reacciona, observa y responde: una interfaz viva para la inteligencia artificial.

Un paso accesible hacia la robótica personal

El precio reducido, la filosofía open-source, y la compatibilidad con herramientas ya conocidas (como Python y Raspberry Pi) convierten a Reachy Mini en una opción muy atractiva para quienes quieren adentrarse en la robótica sin grandes inversiones.

Aunque está aún en sus primeras etapas, su lanzamiento anticipado demuestra el interés de Hugging Face en democratizar la tecnología, invitando a los usuarios a no solo consumir IA, sino a crear, modificar y experimentar con ella de forma activa.

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OpenAI ha introducido una función exclusiva en ChatGPT que lo distingue claramente de otras plataformas de inteligencia artificial: la posibilidad de ramificar conversaciones desde cualquier punto del diálogo. Esta herramienta, que recuerda a los libros de «elige tu propia aventura», permite retomar una conversación en diferentes direcciones sin perder el hilo original, algo especialmente útil para quienes utilizan la IA en contextos de trabajo, aprendizaje o exploración creativa.