Uno de los usos más notables de ChatGPT en educación es su función como tutor virtual siempre disponible. Esta herramienta acompaña a los estudiantes en la resolución de tareas, ejercicios matemáticos, redacción de ensayos o aclaración de dudas, fomentando la organización de ideas y el aprendizaje autónomo. Lejos de limitarse a dar respuestas, puede explicar procedimientos paso a paso, facilitando la comprensión.

Para quienes están aprendiendo nuevos idiomas, resulta especialmente útil. Puede corregir errores gramaticales, traducir frases y brindar retroalimentación en tiempo real, lo cual refuerza la seguridad del estudiante al escribir. Instituciones como el Digital Learning Institute destacan este apoyo como una forma eficaz de fortalecer las habilidades comunicativas de forma práctica y constante.

Desarrollo del pensamiento crítico y el aprendizaje activo

Estudios recientes en ScienceDirect y arXiv señalan que el uso de ChatGPT en el aula reduce la carga cognitiva, permitiendo a los alumnos enfocarse en tareas de razonamiento de orden superior. El modelo de lenguaje puede presentar escenarios hipotéticos o resolver problemas complejos paso a paso, convirtiéndose en un objeto para pensar, como lo describen algunos investigadores.

El modelo también se ha utilizado en ejercicios de «aprender enseñando», donde los alumnos explican conceptos a la IA como si fueran docentes. Esta dinámica ha mostrado mejoras en habilidades como la programación, la autoeficacia y la capacidad de regular el propio aprendizaje. Es un enfoque que convierte al estudiante en protagonista activo del proceso, en lugar de receptor pasivo de información.

Herramienta para crear recursos educativos

Docentes y estudiantes encuentran en ChatGPT una plataforma para generar contenidos pedagógicos de forma ágil. Desde planes de clase hasta preguntas para evaluaciones formativas, la IA puede producir materiales alineados con los objetivos de aprendizaje, adaptados al nivel del grupo y al tiempo disponible.

En algunas universidades se ha empleado como apoyo en actividades de revisión entre pares. Por ejemplo, los estudiantes analizan textos generados por la IA para detectar errores o evaluar argumentos, lo que fortalece su capacidad crítica antes de rendir una evaluación real. Esta práctica transforma el aprendizaje en una experiencia interactiva y cooperativa.

Percepciones estudiantiles: utilidad con matices

Según datos de estudios recientes, más del 58 % de los estudiantes valoran positivamente el uso de ChatGPT. Entre los aspectos destacados mencionan la mejora en la productividad, la resolución de dudas y la comprensión de temarios complejos. El uso de la herramienta ha crecido especialmente entre adolescentes de comunidades hispanas y afroamericanas en EE.UU., donde uno de cada cuatro la emplea para tareas escolares.

Lejos de rechazarlo, muchos profesores han optado por una postura inclusiva: en lugar de prohibirlo, lo integran como un apoyo pedagógico bajo la consigna «usémoslo juntos». Esto permite acompañar a los estudiantes en el uso responsable de la tecnología.

No obstante, también hay estudiantes que han optado por limitar su uso, al considerar que puede afectar su creatividad o el esfuerzo propio. Algunas investigaciones publicadas en El País y The Times indican que, cuando se usa sin guía, existe el riesgo de depender de la herramienta y perder la práctica del pensamiento crítico.

Nuevas formas de enseñanza y experimentación pedagógica

Las universidades han comenzado a integrar a ChatGPT en el flujo cotidiano de actividades académicas. Desde la redacción de resúmenes hasta el desarrollo de ensayos, la herramienta se ha transformado en un asistente práctico en cursos de diversas disciplinas. Harvard, por ejemplo, ha incorporado chatbots en su curso CS50 para asistir en tareas de programación, con resultados prometedores.

OpenAI ha desarrollado un «modo estudio», disponible para usuarios registrados, que funciona como tutor guiado. En lugar de ofrecer respuestas inmediatas, hace preguntas socráticas para fomentar el pensamiento reflexivo. Esta modalidad ya se implementa en plataformas como ChatGPT Edu, con buena recepción entre educadores.

En otras instituciones, como la Universidad de Toronto, se han creado asistentes virtuales como All Day TA, que responde a miles de consultas por semestre, personalizando la experiencia de cada estudiante. Estas iniciativas representan un cambio de paradigma en la relación entre el alumno y el contenido.

Retos y posibilidades futuras

Si bien la incorporación de ChatGPT en el ámbito educativo ofrece beneficios palpables, también plantea preguntas sobre el equilibrio entre tecnología y esfuerzo humano. Es crucial que el uso de estas herramientas se enmarque dentro de una estrategia pedagógica clara, donde se fomente la metacognición, se preserve la creatividad y se promueva el pensamiento autónomo.

El desafío está en no reemplazar el proceso de aprendizaje, sino potenciarlo. Como un espejo que devuelve ideas, pero no las impone, ChatGPT puede ayudar a los estudiantes a verse a sí mismos pensando, corrigiendo y descubriendo nuevas formas de abordar el conocimiento.

Stonehenge: ciencia, ritual y geología tras el misterio megalítico

Uno de los elementos más consistentes en los estudios sobre Stonehenge es su conexión con los solsticios. El monumento está orientado para enmarcar el amanecer del solsticio de verano y el ocaso del solsticio de invierno, alineaciones que no parecen producto del azar. La conocida Heel Stone marca la salida del sol en junio, y varias otras piedras se disponen de forma que permiten observar esos momentos clave del calendario solar.