OpenAI ha presentado una nueva página de personalización para ChatGPT, una funcionalidad que permite a los usuarios ajustar la forma en que el chatbot se comunica. Esta actualización llega en un momento en el que la empresa busca recuperar la confianza de sus usuarios tras el tibio recibimiento de GPT-5, una versión que muchos consideran inferior a su antecesora GPT-4o en aspectos como la velocidad de respuesta y la empatía conversacional.

La nueva página permite seleccionar entre distintas «personalidades» preconfiguradas, como «Cínico», «Robot», «Oyente» y «Nerd». Además, ofrece un espacio para introducir instrucciones personalizadas, como por ejemplo pedir que evite ciertos jergones generacionales. En términos prácticos, es como si pudieras ajustar el tono y estilo de comunicación de ChatGPT a tu gusto, algo similar a configurar el ambiente de una conversación según el interlocutor: más formal, más relajado o incluso con un toque de humor.

Ajustes más allá de la charla

Este nuevo centro también permite a los usuarios especificar su ocupación, intereses, valores y preferencias, con el objetivo de que las respuestas del chatbot resulten más relevantes y contextualizadas. Incluso se puede indicar un apodo para que el sistema lo use durante las interacciones, reforzando la sensación de familiaridad.

Otro de los elementos destacados es la posibilidad de activar o desactivar la memoria de ChatGPT, lo que determina si el bot puede recordar información sobre el usuario entre sesiones. Esto representa un paso más hacia una experiencia de interacción continua, donde la IA no parte siempre desde cero, sino que puede construir una relación progresiva con el usuario, al estilo de un asistente que aprende con el tiempo.

Una reacción dividida entre los usuarios

Si bien la iniciativa apunta a ofrecer una experiencia más rica y adaptada, no todos los usuarios están satisfechos. Muchos consideran que estas opciones no solucionan el problema de fondo: el deterioro en la calidad percibida de GPT-5 frente a GPT-4o. Las redes sociales, particularmente X (anteriormente Twitter), se han llenado de mensajes de usuarios que piden que se mantenga GPT-4o como opción predeterminada o que se recupere el modo de voz estándar, recientemente retirado.

En varios comentarios se destaca que GPT-4o tenía una capacidad intuitiva para adaptarse al estilo del usuario sin necesidad de personalizaciones manuales. Como expresó un usuario: «Ninguna combinación de botones o instrucciones puede replicar la fluidez natural de 4o«. La queja central gira en torno a que, si bien las nuevas herramientas permiten ajustar ciertos parámetros, la experiencia resultante sigue sintiéndose artificial o forzada en comparación con lo que ofrecía la versión anterior.

Una respuesta a la crisis de percepción de GPT-5

Desde el lanzamiento de GPT-5, OpenAI ha recibido críticas sobre el tono plano y poco espontáneo del nuevo modelo. Como respuesta, la empresa ha implementado ajustes rápidos, incluyendo la posibilidad de que los suscriptores de pago (ChatGPT Plus) puedan volver a usar GPT-4o con facilidad. Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció en un post que una de las lecciones más claras de este episodio ha sido que «no hay un modelo único que funcione para todos«, subrayando la importancia de invertir en herramientas de personalización y «steerability» o capacidad de ajuste.

Esta estrategia busca responder a un problema ya conocido en el mundo de la inteligencia artificial: la dificultad de equilibrar precisión y calidez humana. Otras empresas del sector también han apostado por darle una «personalidad» a sus modelos: Grok, de xAI, se caracteriza por su tono irreverente; Claude, de Anthropic, es más sobrio y formal. ChatGPT ha optado por la flexibilidad, intentando acomodarse al perfil de cada usuario.

El negocio detrás de la personalidad

Más allá de las consideraciones técnicas, hay también un componente comercial en juego. OpenAI ha duplicado sus ingresos, alcanzando los 12.000 millones de dólares, en parte gracias al modelo de suscripción de ChatGPT Plus. Ofrecer herramientas que justifiquen ese costo mensual es esencial para mantener la base de usuarios y seguir creciendo. La personalización, en este contexto, no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también refuerza el valor percibido del servicio.

Esto plantea una tensión interesante: mientras algunos usuarios buscan una experiencia más controlada y personalizable, otros prefieren una IA que simplemente «funcione bien» sin tener que ajustar nada. Para estos últimos, GPT-4o era precisamente eso: un modelo que se anticipaba a sus necesidades sin necesidad de intervenciones manuales.

Lo que podría venir

Aunque por ahora OpenAI no planea volver a ofrecer GPT-4o en la versión gratuita, la empresa parece estar tomando nota de las reacciones. La incorporación de personalidades configurables y memoria ajustable podría ser solo el primer paso hacia una IA más adaptativa, capaz de ofrecer experiencias diferentes según el perfil y preferencias del usuario.

En un futuro no muy lejano, podríamos ver un ChatGPT que no solo responde preguntas, sino que recuerda tus objetivos profesionales, entiende tus temas favoritos, adapta su tono según tu estado de ánimo y ofrece recomendaciones personalizadas como lo haría un mentor de confianza. Por ahora, sin embargo, el debate sigue abierto entre quienes valoran estas nuevas posibilidades y quienes simplemente quieren recuperar lo que sienten que han perdido con la llegada de GPT-5.

ChatGPT se vuelve más personal: OpenAI lanza centro de personalización con reacciones mixtas

OpenAI ha presentado una nueva página de personalización para ChatGPT, una funcionalidad que permite a los usuarios ajustar la forma en que el chatbot se comunica. Esta actualización llega en un momento en el que la empresa busca recuperar la confianza de sus usuarios tras el tibio recibimiento de GPT-5, una versión que muchos consideran inferior a su antecesora GPT-4o en aspectos como la velocidad de respuesta y la empatía conversacional.