Durante el pasado fin de semana del Día del Trabajo en Estados Unidos, Cloudflare logró contener un ataque DDoS sin precedentes que alcanzó un volumen de 11,5 terabits por segundo, marcando así el mayor registrado hasta ahora. Este pico supera en casi un 60% al récord anterior, también gestionado por Cloudflare meses atrás, que alcanzó los 7,3 Tbps. Este aumento drástico revela no solo la creciente magnitud de estas ofensivas, sino también el desafío constante que enfrentan las infraestructuras digitales modernas.
El ataque fue clasificado como un ataque de inundación UDP hipervolumétrico, un método relativamente simple pero extremadamente destructivo. Durante aproximadamente 35 segundos, los servidores de Cloudflare recibieron más de 5.100 millones de paquetes por segundo, una avalancha diseñada para saturar el ancho de banda de la víctima y agotar sus recursos computacionales.
¿Cómo funciona un ataque UDP hipervolumétrico?
Imaginemos que una tienda recibe millones de llamadas telefónicas simultáneas preguntando por productos inexistentes. Aunque cada llamada es corta, el volumen total impide que los clientes reales se comuniquen. Eso mismo ocurre con este tipo de ataque. El protocolo UDP (User Datagram Protocol), al no requerir confirmación de recepción, permite enviar una cantidad masiva de paquetes que, al llegar a un servidor, provocan una reacción en cadena: el sistema intenta responder con mensajes ICMP de «Destino Inalcanzable», generando aún más tráfico.
Este mecanismo no solo ocupa el canal de comunicación, sino que también exige al servidor procesar cada paquete y generar respuestas, lo que agota rápidamente su capacidad de respuesta.
Origen y dinámica del ataque
Cloudflare identificó múltiples orígenes para este ataque, incluyendo proveedores de servicios en la nube y dispositivos IoT comprometidos. Aunque algunas cuentas de Google Cloud fueron señaladas como una fuente importante, no fueron la única. La naturaleza distribuida de los ataques DDoS hace que provengan de múltiples puntos a la vez, complicando aún más su detección y mitigación.
Este evento no fue un caso aislado. Cloudflare ha reportado un incremento alarmante en la frecuencia e intensidad de estos ataques durante 2025. Solo en el segundo trimestre del año, la compañía bloqueó más de 6.500 ataques hipervolumétricos, lo que equivale a un promedio de 71 ataques por día. En total, para julio, ya se habían neutralizado 27,8 millones de ataques DDoS, superando en un 130% el total del año completo anterior.
La respuesta automática de Cloudflare
La clave del éxito en esta ocasión fue la capacidad autónoma del sistema de mitigación de Cloudflare. Sin intervención humana y sin afectar a sus clientes, el sistema detectó y neutralizó el ataque en tiempo real. Esto fue posible gracias a una combinación de análisis de paquetes en tiempo real, huellas digitales de tráfico malicioso y un sistema de inteligencia compartida que permite actualizar defensas de forma instantánea en toda la red global de Cloudflare.
Este tipo de enfoque distribuye la capacidad de defensa, como si fuera una red de bomberos que ya sabe dónde empezar a actuar apenas detecta el humo. Esta arquitectura reduce el impacto y permite seguir ofreciendo servicios estables incluso bajo un ataque masivo.
Detrás del aumento de ataques: recursos en la nube y dispositivos IoT
Una de las razones detrás del crecimiento de los ataques DDoS actuales es la disponibilidad masiva de recursos en la nube y el auge de dispositivos IoT. Muchos de estos dispositivos no están correctamente asegurados y pueden ser utilizados como parte de botnets para lanzar ataques sincronizados a gran escala. Basta con que un refrigerador inteligente, una cámara de seguridad o un asistente de voz esté mal configurado para que pueda ser aprovechado como herramienta de ataque.
Del mismo modo, las plataformas en la nube permiten a los atacantes escalar rápidamente sus operaciones. Al utilizar cuentas legítimas (en algunos casos comprometidas) pueden acceder a grandes recursos informáticos para lanzar ofensivas relámpago que, aunque duren pocos segundos, causan un daño considerable.
Un llamado urgente a la prevención
Este incidente es una advertencia clara para cualquier empresa que dependa de servicios en línea. Los ataques DDoS ya no son solo una amenaza para grandes corporaciones o gobiernos; pueden afectar desde tiendas online hasta plataformas educativas o medios de comunicación. Contar con servicios de protección DDoS se vuelve tan esencial como tener un antivirus.
Además de Cloudflare, existen otras empresas especializadas en mitigación de DDoS como Akamai, Imperva, Radware, F5 y Fortinet, cada una con sus propias estrategias de defensa y tecnologías adaptativas. Lo importante es no subestimar la amenaza y actuar antes de que sea demasiado tarde.
Los atacantes están afinando sus técnicas, combinando simplicidad con potencia bruta. La tendencia actual indica que veremos más ataques breves pero extremadamente intensos, lo que pone a prueba la capacidad de reacción instantánea de los sistemas defensivos. Ya no se trata solo de levantar muros, sino de tener sensores, inteligencia distribuida y respuestas automatizadas.
Las empresas que no se preparen corren el riesgo de quedar fuera de línea, perder ingresos o, peor aún, afectar su reputación y la confianza de sus usuarios. La ciberseguridad, hoy más que nunca, requiere previsión, inversión y colaboración.