La startup de inteligencia artificial de Elon Musk, xAI, ha presentado una demanda federal en Texas contra Apple y OpenAI, alegando una conspiración para bloquear la competencia en el emergente mercado de la inteligencia artificial. Según el documento legal, ambas compañías habrían establecido acuerdos exclusivos que limitan la exposición y crecimiento de plataformas como Grok, el chatbot de xAI.
La denuncia surge a raíz de la integración de ChatGPT dentro de los sistemas operativos de Apple, lo que para Musk representa un cierre de puertas a otras alternativas. xAI sostiene que, si no existiera una alianza exclusiva entre Apple y OpenAI, la aplicación Grok tendría más visibilidad y oportunidades dentro de la App Store. Musk asegura que, pese a contar con más de un millón de reseñas con una valoración promedio de 4.9, Apple sigue excluyendo su herramienta de las listas destacadas en la tienda de aplicaciones.
La App Store en el centro del conflicto
El núcleo de la controversia gira en torno al poder que Apple ejerce a través de su tienda de aplicaciones. Al integrar directamente a ChatGPT en los sistemas de iPhone, iPad y Mac, y relegar a Grok de cualquier posición visible, xAI considera que Apple está usando su posición dominante en el mercado de smartphones para favorecer a un socio concreto: OpenAI.
Musk argumenta que esta práctica no solo restringe la innovación, sino que impide el acceso equitativo al mercado. Se trata de un nuevo episodio en una larga historia de críticas a las políticas de la App Store, similar a lo que en su momento expuso Epic Games en su batalla legal por las comisiones impuestas a los pagos dentro de las aplicaciones.
Billones en juego y una batalla legal con impacto sistémico
La demanda presentada por xAI no es simbólica: busca una compensación de miles de millones de dólares por los presuntos daños sufridos. Pero más allá del monto, lo que realmente está en juego es la configuración futura del mercado de la inteligencia artificial. La acusación plantea interrogantes clave sobre si existe un “mercado definido” para la IA y cómo debe regularse.
Expertos en derecho antimonopolio, citados por Reuters, consideran que esta podría ser la primera vez que los tribunales de Estados Unidos analicen formalmente el alcance del mercado de la IA desde una perspectiva legal. En palabras de Christine Bartholomew, profesora de la Universidad de Buffalo, este caso actúa como un «canario en la mina» que anticipa cómo se abordarán los conflictos entre innovación y regulación en la era de la inteligencia artificial.
Apple y OpenAI responden a las acusaciones
Mientras Apple no emitió comentarios inmediatos, OpenAI calificó la demanda como parte de un “patrón continuo de acoso” por parte de Elon Musk. La compañía, respaldada por Microsoft, mantiene una posición de liderazgo en el sector desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, que se convirtió en una de las aplicaciones de crecimiento más rápido de la historia.
Desde el punto de vista jurídico, Apple podría argumentar que su elección de colaborar con OpenAI responde a criterios técnicos, de seguridad y estrategia comercial. Según el profesor Herbert Hovenkamp, de la Universidad de Pensilvania, Apple podría defender que no tiene obligación de facilitar la entrada de rivales en su ecosistema, y que su alianza con OpenAI es simplemente una decisión de negocios en un mercado competitivo.
Una historia de desencuentros entre Musk y OpenAI
Esta demanda se suma a otra en curso en California, donde Musk también ha llevado a OpenAI y a su CEO, Sam Altman, a los tribunales, cuestionando la transformación de la empresa de una organización sin fines de lucro a una estructura comercial con fines lucrativos. Musk, uno de los cofundadores de OpenAI en 2015, ha sido un crítico abierto de la evolución que ha tomado la organización, especialmente por su cercanía con Microsoft.
Desde su lanzamiento, xAI ha buscado diferenciarse ofreciendo un enfoque más abierto y transparente sobre el desarrollo de inteligencia artificial. La adquisición de X (la antigua Twitter) por 33 mil millones de dólares y la integración del chatbot Grok en vehículos Tesla forman parte de una estrategia para combinar redes sociales, movilidad y automatización bajo una misma visión tecnológica.
Lo que esta demanda puede cambiar en el ecosistema de la IA
Más allá de los protagonistas involucrados, este caso podría redefinir cómo se regula el acceso a los canales de distribución de software y cómo se determina qué es una conducta anticompetitiva en el ámbito de la inteligencia artificial. La integración vertical de servicios —cuando una empresa controla tanto la plataforma como el contenido— vuelve a estar bajo escrutinio, y este juicio podría abrir un precedente que afecte no solo a Apple y OpenAI, sino a otros actores que busquen alianzas similares.
La pregunta de fondo es si una empresa como Apple puede limitar la visibilidad de aplicaciones que compiten con las de sus socios estratégicos, sin vulnerar la legislación antimonopolio. La respuesta de los tribunales tendrá implicaciones duraderas para el equilibrio entre innovación, competencia y control de plataformas.