Los incendios forestales afectan cada año a decenas de miles de hectáreas en España, y lo más preocupante es que el 95% de ellos son provocados por acciones humanas. Desde un descuido con una colilla hasta una quema mal gestionada, nuestras decisiones tienen consecuencias directas sobre la salud de nuestros ecosistemas. Por eso, conocer y aplicar medidas preventivas es esencial.

Evita actividades de riesgo

La primera línea de defensa contra los incendios es el comportamiento responsable en la naturaleza. Especialmente entre junio y noviembre, hay que extremar las precauciones:

  • No encender fuego en el monte: ni fogatas, ni barbacoas, ni quemas de restos vegetales.
  • No abandonar residuos combustibles: botellas de vidrio, papel o plástico pueden actuar como iniciadores de incendios.
  • No arrojar colillas o cerillas: ni siquiera desde el coche, ya que el viento puede arrastrarlas hacia zonas secas.

Los fines de semana de verano y los días con temperaturas altas y viento son especialmente críticos.

Cuida dónde aparcas y cómo usas maquinaria

El contacto del tubo de escape de un vehículo con pasto seco puede provocar una chispa. Por eso, aparcar en zonas despejadas o habilitadas es una acción que puede evitar tragedias.

En jornadas de riesgo extremo, es preferible no utilizar maquinaria que pueda generar chispas, como motosierras o desbrozadoras. Si necesitas usarlas, hazlo temprano, en zonas limpias de vegetación y lleva siempre agua o un extintor a mano.

Barbacoas: solo en lugares autorizados

Las barbacoas están permitidas únicamente en instalaciones fijas y reguladas, que deben cumplir:

  • Estructura de obra con campana, chimenea y sistema matachispas.
  • Distancia de al menos 3 metros de materiales combustibles.
  • Prohibición en días con viento superior a 10 km/h o temperaturas por encima de 30ºC.
  • Supervisión constante y extinción total antes de abandonar el lugar.

Una barbacoa mal gestionada puede convertirse en el inicio de un desastre.

Qué hacer si ves un incendio

Ante el avistamiento de humo o fuego, actuar rápido puede marcar la diferencia:

  1. Llama al 112 y da toda la información posible: ubicación, tipo de vegetación, dirección del viento.
  2. Si es un foco pequeño y no hay peligro, puedes intentar apagarlo con agua, tierra o ramas.
  3. Si el fuego es grande, aléjate rápidamente siguiendo estas pautas:
    • Huye en dirección opuesta al humo.
    • Si estás en pendiente, baja por la ladera.
    • Nunca conduzcas a ciegas a través del humo.

Tu seguridad es lo primero.

Protege tu vivienda rural

Quienes viven cerca del monte deben tomar medidas específicas para reducir riesgos:

Cuida el entorno

  • Limpia 5 metros alrededor de la casa de hierba seca y restos vegetales.
  • Poda los árboles para evitar que las copas se toquen y manténlos lejos de la chimenea.
  • Retira hojas y ramas de tejados y canalones.

Mejora la estructura

  • Coloca matachispas en chimeneas y salidas de humo.
  • Ten siempre a mano mangueras de riego con presión y alcance suficiente.
  • Instala detectores de humo y extintores.
  • Siempre que puedas, usa materiales resistentes al fuego en cubiertas y fachadas.

Estas acciones no solo protegen tu casa, también ayudan a contener el fuego si se inicia cerca.

La importancia de la gestión forestal preventiva

Cortafuegos que cuidan el paisaje

Los cortafuegos tradicionales eliminaban toda vegetación, pero hoy se apuesta por los «cortafuegos verdes»: zonas con vegetación resistente al fuego que frenan su avance sin dañar el entorno visual ni ecológico.

Estos corredores permiten un mejor acceso a los equipos de emergencia y fragmentan las masas forestales para limitar la propagación del fuego.

Invertir en selvicultura

La prevención es más barata que la extinción. Invertir en selvicultura preventiva, como clareos, podas y eliminación de biomasa, reduce drásticamente la probabilidad de que se produzcan incendios de gran magnitud.

Educar para prevenir

Crear conciencia desde la infancia

Las comunidades autónomas están desarrollando programas de educación ambiental en colegios que enseñan a niños y niñas a valorar los bosques y actuar responsablemente.

Este tipo de iniciativas forma ciudadanos más conscientes y comprometidos con la protección del medio ambiente.

La fuerza del ejemplo

Hablar con nuestros amigos, vecinos o familiares sobre la prevención de incendios forestales también suma. Denunciar vertidos, limpiar residuos en la naturaleza o participar en jornadas de limpieza o reforestación puede marcar una diferencia real.

Recuperar el paisaje rural como barrera natural

Un paisaje cuidado, con mosaicos de cultivos, pastizales, zonas forestales y espacios abiertos, actúa como barrera natural contra incendios.

Fomentar la ganadería extensiva, agricultura sostenible y aprovechamientos forestales permite mantener limpio el monte, evitar la acumulación de combustible vegetal y frenar la despoblación rural.

Cuando el campo está habitado y gestionado, se convierte en un entorno más resiliente y seguro.

Todos somos parte de la solución

La lucha contra los incendios forestales no depende solo de los cuerpos de bomberos o de las autoridades. Cada gesto cuenta, cada decisión importa. Desde no tirar una colilla hasta colaborar en la limpieza de tu comunidad, todos podemos contribuir a proteger nuestros bosques.

Anuncios con fallos fingidos en juegos móviles: una estrategia que desafía la paciencia

Seguramente te ha pasado: estás jugando en el móvil, salta un anuncio, y ves a un «jugador» que falla estrepitosamente en una tarea fácil. El personaje va directo al peligro, ignora la solución evidente o arruina un rompecabezas simple. Te entra la rabia y piensas: “¡pero si yo lo haría mucho mejor!”. Esa reacción no es casualidad, es el corazón de una técnica conocida como failvertising o anuncios con fallos fingidos.