La NASA ha lanzado oficialmente una nueva edición de su desafío académico RASC-AL 2026 (Revolutionary Aerospace Systems Concepts – Academic Linkage), una convocatoria que invita a estudiantes universitarios de Estados Unidos a imaginar sistemas y tecnologías que puedan transformar la manera en que la humanidad explora la Luna y Marte.

Con el apoyo del Instituto Nacional de Aeronáutica (National Institute of Aerospace), este programa sirve como un puente entre el mundo académico y la industria aeroespacial, incentivando a las nuevas generaciones a aportar soluciones que podrían llegar a implementarse en futuras misiones espaciales.

¿En qué consiste el reto RASC-AL?

RASC-AL es una competencia anual que se centra en el diseño conceptual de sistemas aeroespaciales innovadores. Está abierta a equipos universitarios (de pregrado y posgrado) que trabajen junto a un asesor docente. Cada grupo debe elegir uno de los temas propuestos por la NASA y presentar una solución original con análisis técnico y enfoque creativo.

Este año, las propuestas deben centrarse en alguno de los siguientes cuatro temas:

1. Arquitecturas de Comunicación, Posicionamiento, Navegación y Cronometraje para operaciones en la superficie de Marte

Uno de los mayores desafíos en Marte es mantener una comunicación fluida entre las misiones, los equipos robóticos y los astronautas. En este tema se busca diseñar redes de comunicaciones robustas y precisas, esenciales para la seguridad y la eficiencia de las operaciones marcianas.

2. Sistemas de gestión y distribución de energía en la superficie lunar

Como si se tratara de planificar el tendido eléctrico de una ciudad remota, este tema pide soluciones para distribuir energía de manera eficiente en la Luna, garantizando el funcionamiento continuo de hábitats, laboratorios, y vehículos.

3. Concepto de retorno de muestras lunares

Inspirado en las misiones Apolo, este enfoque busca propuestas para recolectar y traer de regreso muestras del suelo lunar con nuevas estrategias y tecnologías que mejoren la seguridad y rentabilidad de estas misiones.

4. Demostraciones tecnológicas lunares que aprovechen infraestructuras comunes

El objetivo es optimizar recursos desarrollando múltiples tecnologías que puedan compartir plataformas, transporte o sistemas de energía, haciendo más sostenible la presencia humana en la Luna.

De la teoría a la práctica: el camino de las propuestas

Los equipos interesados deben enviar una carta de intención no vinculante antes del 13 de octubre de 2025, lo cual les dará acceso a una sesión de preguntas y respuestas con expertos de la NASA el 27 de octubre.

La propuesta completa se entregará el 23 de febrero de 2026, incluyendo un documento técnico de entre 7 y 9 páginas y un video de 2 a 3 minutos que explique el concepto. Este formato busca fomentar tanto la rigurosidad técnica como la capacidad de comunicación visual, dos habilidades clave en el ámbito aeroespacial.

En marzo de 2026, la NASA seleccionará hasta 14 equipos finalistas, quienes pasarán a una fase de desarrollo avanzado. En esta etapa, deberán redactar un artículo técnico completo, diseñar un póster explicativo y presentar su proyecto ante un jurado de expertos en el Foro RASC-AL 2026, que se celebrará en Cocoa Beach, Florida, a partir del 1 de junio.

Más allá del concurso: oportunidades reales para los participantes

Participar en el RASC-AL no es solo una actividad académica; es una puerta de entrada al futuro profesional en el sector aeroespacial. Cada equipo finalista recibirá un estímulo de 7.000 dólares para facilitar el desarrollo de su propuesta. Además, los dos equipos ganadores obtendrán un premio adicional de 7.000 dólares y la posibilidad de presentar su trabajo en una conferencia aeroespacial durante 2026.

Según palabras de Dan Mazanek, subdirector de la rama de Análisis de Misiones de Exploración Espacial en el Centro de Investigación Langley, «este desafío es una oportunidad única para que los estudiantes participen activamente en la innovación espacial». Mazanek subraya el valor creativo de las propuestas universitarias, que muchas veces plantean ideas disruptivas que inspiran futuros proyectos reales.

Pensar como ingeniero, actuar como pionero

Christopher Jones, patrocinador del programa y jefe tecnológico de la Dirección de Análisis y Conceptos de Sistemas, resalta que esta competencia impulsa a los estudiantes a «pensar como ingenieros de la NASA». Y es que los participantes no solo deben imaginar soluciones futuristas, sino también fundamentarlas con ingeniería sólida y viable.

El verdadero valor del RASC-AL está en esa combinación de sueño y análisis riguroso, donde una buena idea puede ser el primer paso para nuevas estrategias de exploración espacial.

Un puente entre la academia y la industria espacial

La organización de este evento está a cargo del Instituto Nacional de Aeronáutica en nombre de la NASA, con el respaldo de varias oficinas y direcciones dentro de la agencia, incluyendo la Dirección de Desarrollo de Sistemas de Exploración, la Dirección de Tecnología Espacial y la Dirección de Análisis y Conceptos de Sistemas en Langley.

Esta sinergia entre diferentes ramas de la NASA y el mundo universitario permite que el conocimiento fluya en ambas direcciones: los estudiantes ganan experiencia real en diseño de misiones, y la NASA se nutre de ideas frescas para mejorar sus futuras estrategias.

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