Google ha dado un paso decisivo hacia su objetivo de operar con energía libre de carbono al asociarse con la empresa Kairos Power y la compañía pública Tennessee Valley Authority (TVA) para impulsar una tecnología nuclear emergente. Este acuerdo supone el primer contrato de compra de energía entre una compañía tecnológica y un reactor nuclear de nueva generación en Estados Unidos, marcando un hito tanto para la industria energética como para el sector tecnológico.

El objetivo es que Google adquiera energía del reactor Hermes 2, actualmente en desarrollo en Oak Ridge, Tennessee, una ciudad cargada de simbolismo histórico por su papel en el Proyecto Manhattan. Una vez en funcionamiento, previsto para 2030, este reactor suministrará electricidad a los centros de datos de Google ubicados en Tennessee y Alabama.

Por qué es diferente la tecnología de Kairos Power

La mayoría de los reactores nucleares actuales en Estados Unidos se basa en tecnologías desarrolladas hace décadas, que requieren sistemas de refrigeración por agua y estructuras de contención de alta presión. Esta infraestructura compleja ha hecho que la energía nuclear resulte cara y menos competitiva frente a alternativas como el gas natural o las energías renovables.

Kairos Power está apostando por un enfoque completamente distinto. Sus reactores utilizan sal de fluoruro fundida como refrigerante en lugar de agua. Este material tiene un punto de ebullición mucho más alto, lo que permite que el reactor opere a baja presión sin riesgo de ebullición. Al eliminar la necesidad de estructuras de alta presión, se reducen considerablemente los costes de construcción y mantenimiento.

Esta tecnología representa una especie de «olla a presión sin presión», donde el calor se maneja con mayor seguridad y eficiencia. Además, al tratarse de pequeños reactores modulares, se pueden fabricar en serie, facilitando su implementación a mayor escala y en plazos más cortos.

Hermes 2: el primer paso de un plan más ambicioso

El reactor Hermes 2 es parte de una estrategia más amplia entre Google y Kairos Power que busca desplegar hasta 500 megavatios de capacidad nuclear de nueva generación en Estados Unidos para 2035. Este primer reactor alcanzará los 50 megavatios y se basa en una versión mejorada del prototipo Hermes original, para el cual Kairos obtuvo en 2024 el primer permiso de construcción emitido en más de medio siglo para un reactor no refrigerado por agua.

Con este movimiento, Google no solo diversifica sus fuentes de energía limpia, sino que también impulsa una tecnología que podría ser clave para satisfacer la creciente demanda eléctrica que genera la inteligencia artificial y el almacenamiento en la nube.

Beneficios ambientales y financieros del acuerdo

Una de las claves del acuerdo entre Google, TVA y Kairos Power está en la adquisición de los llamados atributos de energía limpia. Estos certificados representan los beneficios ambientales de generar electricidad sin emitir carbono, y permiten a las empresas «compensar» el impacto de su consumo energético en redes que aún incluyen fuentes contaminantes.

Google recibirá estos certificados por parte de TVA, lo que le permite declarar que su operación se apoya en energía libre de emisiones, incluso si el sistema eléctrico regional incluye combustibles fósiles. Aunque existen críticas sobre la eficacia real de estos certificados, su valor de mercado representa un incentivo adicional para fomentar la construcción de nueva infraestructura energética limpia.

Este modelo de financiamiento no solo beneficia a Google desde el punto de vista reputacional, sino que también ayuda a que proyectos como Hermes 2 sean viables económicamente, al ofrecer ingresos adicionales más allá de la venta directa de electricidad.

Un cambio de paradigma para la energía nuclear en EE.UU.

La ubicación del proyecto Hermes 2 no es casual: Oak Ridge, Tennessee, fue una pieza clave del programa nuclear estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, este lugar histórico se está reinventando como un polo de innovación nuclear, centrado ahora en el desarrollo pacífico y sostenible de esta fuente de energía.

El avance de Kairos Power, apoyado por una compañía con el peso y los recursos de Google, podría marcar un antes y un después en la forma en que se percibe y se desarrolla la energía nuclear en el país. A diferencia de los grandes reactores tradicionales, lentos y costosos de construir, estos reactores modulares de baja presión ofrecen una alternativa escalable, segura y potencialmente más asequible.

Con una demanda eléctrica que no deja de crecer, en buena parte por el auge de la inteligencia artificial y los centros de datos, este tipo de soluciones podría ser fundamental para lograr una transición energética realista y sostenible.

Un compromiso necesario frente al aumento de emisiones

Pese a sus objetivos climáticos, Google vio aumentar sus emisiones de carbono en 2024, impulsadas por el enorme consumo eléctrico de sus nuevas iniciativas en inteligencia artificial. Este tipo de alianzas con proyectos de energía limpia representan una forma concreta de avanzar hacia una operación más sostenible, con impactos reales en la red eléctrica.

A medida que más empresas tecnológicas sigan este camino, podría gestarse un cambio estructural en el sistema energético, donde el financiamiento de grandes corporaciones permita acelerar la adopción de tecnologías limpias y, con ello, reducir la dependencia de los combustibles fósiles.