Cada clic, cada foto, cada video y cada búsqueda en internet contribuye a una marea creciente de datos digitales. Esta acumulación, lejos de ser inocua, acarrea un costo energético alarmante. Según proyecciones actuales, la infraestructura necesaria para almacenar, procesar y mover estos datos podría consumir cerca del 30% de la energía mundial en solo unas décadas. En este contexto, el diseño de chips de memoria más eficientes no es un lujo, sino una necesidad urgente.

El hallazgo desde Suecia que podría cambiar las reglas del juego

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, han presentado un material bidimensional (2D) que combina en su estructura dos estados magnéticos opuestos, algo que hasta ahora solo se conseguía mediante estructuras complejas de varias capas. Este avance podría reducir hasta 10 veces el consumo energético de los dispositivos de memoria.

El estudio, publicado en la revista Advanced Materials, introduce una nueva forma de manipular el magnetismo sin necesidad de campos magnéticos externos, lo que abre una puerta hacia memorias más compactas, rápidas y sostenibles.

Magnetismo en capas: una historia de contrastes

Para entender la importancia del hallazgo, es necesario hablar de los dos estados magnéticos clave: el ferromagnetismo y el antiferromagnetismo. El primero es el que todos conocemos por los imanes de la nevera: los electrones se alinean en la misma dirección, generando un campo magnético neto. En cambio, en el antiferromagnetismo, los electrones se alinean en direcciones opuestas, anulando el campo magnético global.

Estos dos comportamientos, aunque opuestos, son muy valiosos para el desarrollo de tecnologías de almacenamiento. Tradicionalmente, los investigadores han intentado apilar capas separadas de materiales con estas propiedades para crear dispositivos de memoria. Pero esta técnica presenta numerosos problemas: la fabricación es compleja, las interfaces entre capas son propensas a fallos y la eficiencia no siempre es la deseada.

Una solución todo en uno

El equipo liderado por el profesor Saroj P. Dash logró integrar ambos comportamientos magnéticos en un solo material bidimensional. Lo que antes requería una arquitectura multicapa, ahora puede conseguirse con una sola película delgada. La clave está en una aleación de cobalto, hierro, germanio y telurio, donde la interacción entre elementos magnéticos y no magnéticos permite la coexistencia de ordenamientos ferromagnéticos y antiferromagnéticos.

El resultado es una estructura que se comporta como un sistema magnético perfectamente ensamblado desde el inicio, sin la necesidad de unir diferentes materiales y sin los errores comunes de las interfaces.

La inclinación que lo cambia todo

Uno de los descubrimientos más llamativos del estudio es que este nuevo material no presenta un magnetismo puramente alineado, sino ligeramente inclinado. Esta inclinación crea una tensión interna que facilita el cambio de orientación de los electrones sin necesidad de aplicar campos magnéticos externos.

En la práctica, esto significa que los dispositivos de memoria pueden funcionar usando solo pequeñas corrientes eléctricas, lo que reduce significativamente el consumo energético. En comparación con las tecnologías actuales, esta innovación puede lograr una eficiencia 10 veces mayor en términos de energía requerida por operación.

Ventajas en fabricación y fiabilidad

El nuevo enfoque no solo mejora el rendimiento energético, sino que también simplifica la fabricación de chips de memoria. Al no depender de la superposición de múltiples capas con diferentes materiales, se eliminan los problemas de empalme que antes comprometían la durabilidad y fiabilidad de los dispositivos.

El material está formado por capas unidas por fuerzas de van der Waals, un tipo de interacción física que no depende de enlaces químicos fuertes. Esto facilita la manipulación y el apilamiento de las capas sin perder integridad estructural, una ventaja significativa para la fabricación de componentes a escala nanométrica.

Impacto en IA, dispositivos móviles y tecnologías futuras

Este avance tiene un potencial enorme para aplicaciones que van desde la inteligencia artificial hasta los teléfonos inteligentes, pasando por la computación en la nube, los vehículos autónomos y dispositivos del Internet de las cosas (IoT). Todos ellos dependen de sistemas de memoria cada vez más potentes y eficientes, y este nuevo material podría ser la piedra angular de la próxima generación de hardware.

Al eliminar la necesidad de campos magnéticos externos y permitir una producción más simple, el descubrimiento abre la puerta a dispositivos no solo más ecológicos, sino también más confiables y duraderos.

Un nuevo camino para tratar el dolor sin comprometer la curación natural del cuerpo

Millones de personas en todo el mundo confían en medicamentos como el ibuprofeno o la aspirina para aliviar dolores cotidianos, desde una migraña hasta la inflamación de una articulación. Estos medicamentos, conocidos como antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), actúan bloqueando la producción de prostaglandinas, unas sustancias similares a las hormonas que están implicadas tanto en el dolor como en la inflamación.